viernes, 18 de julio de 2008
Los Trabajadores de Salvavidas - SITRAPETEN (Ver abajo entrevista con un generente de SITRAPETEN)
En los primeros días de mayo varios de la empresa Salvavidas, propietaria de la Corporación Castillo Hermanos, fueron despedidos después de formar un sindicato, SITRAPETEN. El proceso de formalización del sindicato empezó en febrero de 2007, pero, según los trabajadores, el ministerio de trabajo había rechazado la solicitud de formar la agrupación. Como resultado, no fue hasta los principios de este año que lograron la inscripción en dicha institución. A lo largo de estos trámites, los trabajadores fueron presionados para que desistieran de su actividad sindical y finalmente despedidos en mayo de este año. En protesta a este despido, el grupo de 41 afiliados instaló un campamento en frente de las instalaciones de la empresa en un intento de sacar a la luz pública su situación y exigir su reinstalación. ACOGUATE ha estado acompañando al grupo desde mayo de este año.
El despido de los trabajadores de la distribuidora Peten de Salvavidas era solo una parte en una serie de acontecimientos que acompañaron el largo proceso de sindicalización. El grupo de trabajadores hizo el primer intento inscribir a SITRAPETEN en el Ministerio de Trabajo en febrero del 2007 con el propósito de establecer una posición más fuerte en negociaciones con la empresa, la Corporación Castillo Hermanos, y exigir un mejoramiento de las condiciones laborales que, como señala un trabajador, eran muy difíciles:
“La necesidad de organizarnos surgió debido a los malos tratos que habían acá, que, aparte de exigirnos cuotas exageradas, […]también necesitábamos un poco mas de salario, porque prácticamente, estábamos trabajando el doble turno o a veces el triple. […] Tampoco teníamos una estabilidad laboral porque siempre nos venían diciendo que cumpliéramos con las cuotas porque sino, de todos modos, nos iban a despedir y que tenían miles de solicitudes de universitarios y nosotros no teníamos estudio.”
Pero la primera solicitud de inscripción al igual que los cinco intentos posteriores fue rechazada por el Ministerio de Trabajo, bajo el argumento de que la información presentada era incorrecta. Según los trabajadores, la postura dilatoria del Ministerio de Trabajo estaba obviamente vinculada a las presiones que la empresa estaba ejerciendo. La tramitación de SITRAPETEN fue acompañada por presiones continuas a los trabajadores y sus familias por parte de representantes de la empresa indicándoles de desistir de sus actividades sindicales. “Hemos recibido diferentes intimidaciones… tanto como amenazas de muerte, diciéndonos que tienen bastante gente mala para contratar y suficiente dinero incluso para pagar multas y salir inculpables.”
Varias fuentes señalaron que la Corporación Castillo ya utilizó estas tácticas para combatir organizaciones sindicales en sus empresas en diferentes momentos en el pasado. Entre ellos figuran amenazas de muerte a los lideres sindicales, presiones a los afiliados para que se renunciaran y el soborno de lideres sindicales. De esta manera, la corporación logró debilitar y destruir varios sindicatos, entre ellos, el Sindicato de Trabajadores de Cervecería Centroamericana.
Así en el caso de SITRAPETEN, en febrero de 2007, cuando la empresa se dio cuenta de los trámites de sindicalización empezados por el grupo, despidió a 13 de los afiliados. Después de una huelga de otros trabajadores en apoyo a los compañeros despedidos, la empresa aceptó reintegrarles. Sin embargo, al mismo tiempo empezaron una demanda en contra de los trabajadores, que finalizó con una multa equivalente a 13 salarios.
Posteriormente, una parte de los trabajadores siguió con los trámites para la inscripción del sindicato y a principios de este año se notificó que la aprobación había sido exitosa. Pero los acontecimientos tomaron un nuevo rumbo a principios de mayo, cuando, a pocos días después del día internacional de trabajo, la empresa convocó a los trabajadores a un supuesto taller de capacitación que se realizara en diferentes lugares. Una vez reunidos los diferentes grupos, representantes de la empresa informaron a los trabajadores que deberían renunciarse de Distribuidora Peten, ya que esta se había quebrado y que ellos estarían trasladados a otras empresas.
Sin embargo, algunos de los trabajadores no se pusieron de acuerdo. Salieron de la reunión por considerar que la acción de la empresa era ilegal, que violaba sus derechos laborales, y que no seguía los procedimientos legales de quiebra. Por unos, solo lograron salir de la reunión después de llamar a la policía dado que personal de seguridad de la empresa estaba impidiendo su salida tratando de obligarles a firmar su carta de renuncia.
Inconformes con las medidas presentadas por la empresa, los trabajadores se trasladaron a las instalaciones ubicadas en el Zapote de la ciudad capitalina y bloquearon el portón principal para evitar que la empresa sacara el inmobiliario y los camiones. En el transcurso de la mañana, se presentaron miembros de seguridad privada que rodearon a los trabajadores, agrediéndoles con bastones y tubos e amenazándoles con armas. Varios trabajadores quedaron agredidos mientras un grupo de diez trabajadores fue ingresado a la fuerza en las instalaciones de la empresa por los agentes de seguridad donde les mantuvieron retenidos hasta la medianoche de este día. A esta hora llegaron policías antimotines, que en conjunto con los elementos de seguridad privada desalojaron a los trabajadores.
Al día después de este desalojo los trabajadores que fueron despedidos instalaron un campamento en frente de las instalaciones de la empresa interpretando su despido como una consecuencia de la formación del sindicato y como una estrategia de la Corporación Castillo Hermanos para evitar la formación de sindicatos en su empresa. Las primeras mesas de dialogo hasta el momento no dieron resultados. La empresa negó la violación de los derechos laborales pero los trabajadores no renunciaron a sus exigencias, su inmediata reinstalación y su derecho a la organización sindical. Varios trabajadores comentaron que la empresa está utilizando tácticas dilatorias para alargar el proceso y desmoralizar al grupo. Al igual, hubo ofertas de dinero y llamadas telefónicas presionando a varios miembros de SITRAPETEN de renunciarse al sindicato y a sus reivindicaciones.
Con el objetivo de sacar a la luz pública la situación de las violaciones y intimidaciones que están sufriendo, se organizó una marcha para el 18 de julio que también sirve para llamar la atención internacional y dar a conocer las dificultades que enfrenten los sindicatos en el país. “Yo siempre he dicho que esto no es un golpe solo para nosotros, sino que es un golpe para el sindicalismo en general porque en todos lados se sufren diferentes amenazas a la sindicalización.” Un informe de la Unidad de Defensoras y Defensores de Derechos Humanos, afirma esta postura ya que señala que los sindicatos en Guatemala han sido el grupo de defensores más amenazados y atacados en el primer semestre de 2008.
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Escrito por ACOGUATE
Fotos por ACOGUATE
Referencias:
1) Entrevista del 07.07.2008 con Edwin Enrique Alvarez Guevara, secretario general de SITRAPETEN.
2) Reynolds, Louisa (2008): Sindicatos buscan demandar al estado por medio de DR-CAFTA, Inforpress edición 1753, 23/05/08.
3) Entrevista del 07.07.2008 con Edwin Enrique Alvarez Guevara, secretario general de SITRAPETEN.
4) Reynolds, Louisa (2008): Sindicatos buscan demandar al estado por medio de DR-CAFTA, Inforpress edición 1753, 23/05/08.
5) Unidad de Protección de Defensoras y Defensores de Derechos Humanos: Informe Preliminar de Situación de Defensoras y Defenores de Derechos Humanos, enero-junio 2008.
6) Un miembro del grupo fue herido a balazos cuando estaba enfrente de una tienda cerca de su casa. Tres otras personas, no conocidos por el afiliado, fallecieron en el ataque. Unas fuentes vinculan el ataque a su actividad en SITRAPETEN.
7) Entrevista del 07.07.2008 con Edwin Enrique Alvarez Guevara, secretario general de SITRAPETEN.
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ENTREVISTA CON ÁLVAREZ GUEVARA - SECRETARIO GENERAL DE SITRAPETEN
Edwin Enrique Álvarez Guevara es el Secretario General del Sindicato de Trabajadores de Distribuidora del Peten (SITRAPETEN) compuesto de trabajadores de la distribuidora de agua pura más grande en Guatemala, Agua Salvavidas. Después de su despido, que vinculan a sus actividades por organizarse en un sindicato, los afiliados de SITRAPETEN instalaron un campamento en frente de las instalaciones de Salvavidas, una empresa integrada en la Corporación Castillo Hermanos. Cuarenta y uno de los ex-trabajadores están actualmente participando en el campamento desde el 3 de mayo 2008 luchando por su reinstalación. Además los afiliados exigen que se suba la cantidad de dinero recibido por garrafón vendido y que se dé una cuota diaria más justa. ACOGUATE ha estado acompañando a SITRAPETEN desde finales de mayo 2008.
¿Cómo eran las condiciones de trabajo antes de que empezaron a organizarse ustedes?
Las condiciones de trabajo eran siempre por comisión, lo único es que ellos [de la empresa] exigían un volumen de venta bastante exagerado para que uno les generara más ganancias para ellos porque para nosotros es poco que ganamos por comisión. Pero ellos por un garrafón generan una cantidad de ganancia barbara. Entonces, es por eso que le obligaban a uno a cumplir cuotas exageradas.
¿Cuántas personas en total estaban trabajando en la Salvavidas aquí?
En total, acá en Guatemala, habían 638 personas trabajando.
¿Por qué surgió la necesidad de organizarse?
La necesidad de organizarnos surgió debido a los malos tratos que habían acá....habían veces en que veníamos ya tarde, y como no cumplíamos la cuota nos regresaban a que la cumpliéramos… y no se vendía nada y simplemente veníamos otra vez acá pero ya bastante tarde, cuando estaba la noche. También necesitábamos un poco más de salario…prácticamente, estábamos trabajando el doble turno o a veces el triple. Entonces, ellos no reaccionaban ante la situación y por eso fue que se dio la organización.
¿De esos 638 trabajadores, cuántos se están organizando con ustedes?
Al principio, fueron 114 trabajadores los que nos organizamos—después del comité que eran 13…Pero la empresa coaccionó a muchos trabajadores, dándoles dinero. Entonces, consiguió las renuncias de la mayoría de trabajadores quedándonos así con 19. De eso, se metieron seis papelerías a la inspección de trabajo y la reacción del Ministerio de Trabajo era esperar de que la empresa presentara los desistimientos….Se ponía de acuerdo la gente del Ministerio de Trabajo [con] la empresa, para hacer tiempo, para [que] ellos lograran asustar a la gente…les hacía una serie de amenazas. Al final la gente terminaba renunciando al sindicato—un famoso desistimiento.
¿Qué tipos de amenazas hicieron?
Hicieron varias amenazas. Les decían que si ellos seguían en la organización sindical, no iban a conseguir trabajo…que la organización sindical nunca se iba a llevar a cabo.
¿Qué quieren lograr ustedes con la organización?
Lo que se pretende lograr con la organización es que tanto el empleador como el trabajador se compartan las ganancias. Es lógico que el empresario siempre tiene que ganar más, pero por lo menos que al trabajador se le pague lo justo—es cosa que acá en esta empresa no se había dado. Entonces, lo que queremos nosotros es lograr una estabilidad laboral—que tampoco teníamos una estabilidad laboral porque siempre nos venían diciendo que cumpliéramos con las cuotas porque si no, de todos modos, nos iban a despedir y que tenían miles de solicitudes de universitarios y no a nosotros que no teníamos estudio.
Descríbanos el proceso de organizar su sindicato.
El proceso empezó un día 4 de febrero 2007. Decidimos con 13 compañeros armar el conflicto colectivo, haciendo un comité ADOP. Entonces, firmamos el acta el día 4. El día 9 nos sentamos ante la inspección de trabajo. La inspección de trabajo reaccionó con mandar a notificar a ellos ese mismo día. Y ellos reaccionaron con despedir a los 13 trabajadores.
…Nosotros no les firmamos a ellos ningún documento y empezamos a explicarle a [los demás trabajadores] que nosotros lo que habíamos hecho era armar un comité para que velara por todos los trabajadores y debido a eso, la gente - como no nos reinstalaban y habíamos puesto las denuncias en el juzgado - la gente decidió tres días después, un día martes 13 de febrero, de paralizar labores. Entonces, ellos [los encargados de la empresa], ya haciendo como las 6 de la tarde, dijeron que sí nos iban a reinstalar. Pero después se firmó el acuerdo donde ya nos iban a reinstalar a los 13 trabajadores. Luego de eso, ellos optaron por meternos un juicio donde decía que nosotros habíamos paralizado los labores y que ellos tenían una pérdida de 400 mil quetzales por ese día y que nosotros teníamos que pagárselos porque nosotros eramos culpables de eso.
También, nos han amenazado de muerte. Entonces, vía telefónica y también nos han dicho así verbalmente algunos supervisores que la empresa es bastante poderosa como para contratar sicarios y mandarlos a matarnos. Entonces, que desistamos de la organización porque nunca se va a llevar a cabo.
¿Cómo era el proceso de legalizar el sindicato de ustedes?
El proceso de legalizarlos el sindicato fue bastante lento porque como ellos mismos nos decían que tenían dinero para comprar todas las autoridades de Guatemala. Entonces, se cree que las autoridades en el Ministerio de Trabajo aceptaron plata porque hacían bastante dilatoria las papelerías, esperando que ellos llevaran los desistimientos
¿Cuál fue/es la respuesta de la empresa?
La respuesta de la empresa ha sido siempre negativa, que en ninguna de sus empresas, que son muchas, va a ver sindicato, dicen—que no se va a lograr una organización en ninguna de sus empresas, y entonces, que desistamos de eso.
¿Qué acciones han tomado ustedes?
Las acciones que se han tomado han sido conforme a la ley, pero lamentablemente, las leyes en Guatemala están bastante bajo en ese sentido que se dejan influenciar por los ricos. Ahorita lo que estamos haciendo es una huelga para que les duela políticamente porque ellos también se captan porque son fuentes de empleos en Guatemala y que son los mejores patrones, y que pagan bien—que no es cierto.
¿Qué intimidaciones, amenazas o ataques han recibido?
Hemos recibido diferentes intimidaciones… tanto como amenazas de muerte, diciéndonos que tienen bastante gente mala para contratar y suficiente dinero incluso para pagar multas y salir inculpables. Y por otro lado, ya accionaban fuertemente porque se sospecha que un compañero que está hospitalizado fue atacado por ellos, prácticamente - por sicarios de ellos…el Ministerio Publico (MP) como las autoridades de Guatemala, no han dado ninguna resolución acerca del caso…ya se pusieron las denuncias correspondientes y no han dado ninguna resolución.
¿Quién o quiénes creen ustedes cometido esos ataques?
Yo creo que son de parte de los sicarios que ellos tienen también porque como ellos lo han dicho es porque los tienen—gente preparada para hacer ataques. De hecho, ellos nos estuvieron llamando un día antes de que cerraran la empresa. Nos estuvieron llamando por vía telefónica y me hicieron un montón de amenazas, diciéndome que si yo no desistía de esto, iba a sufrir yo y mi familia.
Yo siempre he dicho que esto no es un golpe solo para nosotros, sino que es un golpe para el sindicalismo mundial porque en todos lados se sufren diferentes amenazas a la sindicalización. La lucha es bastante fuerte porque tanto nosotros aquí a veces tenemos para comer y a veces no tenemos. A nuestra familia no le hemos podido llevar ni un bocado.
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Entrevista realizada por ACOGUATE
Fotos: ACOGUATE
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